domingo, 22 de noviembre de 2009

EL VALOR DE LA HISTORIA DE LA FARMACIA Y LA POBREZA DE LOS QUE LA DESCONOCEN.

[Columnista invitado]
Conocer la historia de la farmacia es poder conocer la historia de la profesión, cómo ella aparece, adquiere personalidad propia separándose de otras ciencias y disciplinas. Es aprender cómo crece y se apropia de los avances de la filosofía, las ciencias exactas, las ciencias de la administración de la cultura en general, para llegar a ser un campo profesional singular, particular y con personalidad propia.

La historia de la farmacia da un saber necesario para cualquier profesional de este campo; es una mirada cultural entre lo instrumental de la farmacia y los hombres concretos que en cada época, en cada espacio aportaron cambios significativos a favor de esta profesión. Da los momentos de debate del ayer. Es la biografía de ustedes desde lo profesional.

El curso de historia de la farmacia es el breve curso, que les da sentido de identidad frente a los otros programas porque les dice de donde vienen, cuales son sus momentos de giro y cambio y los porqué de ellos.

No hay ciencia, no hay profesión sin historia, como no hay nación, pueblo, familia o persona sin historia. Porque sin historia no hay humanidad, porque sin historia no tenemos horizonte porque no hay punto de partida. Es como estar sin apellidos en la vida, desconociendo nuestros padres y nuestros orígenes, nuestra identidad.

No obstante, para algunos, un curso de historia de la farmacia es un simple relleno, un espacio de tiempo y palabras perdidas, es poco o nada importante en la formación de un Regente de Farmacia. Muy triste por la pobreza profesional y cultural de quien diga eso o piense eso. Renunciar a su historia es negarse a sí mismo.

CD. Pedro Pablo Aguilera
pedropabloaguilera@yahoo.es
Director del Dpto. de Humanidades USC